Serie Lanzarote

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TEXTO - La vida es una danza.

La vida es una danza, todo se mueve y cambia constantemente. El baile es movimiento. Para danzar es preciso que nos dejemos llevar por la melodía de la vida, abandonarnos totalmente al ritmo existencial y fundirnos con él, así experimentaremos el todo del que formamos parte. Y el abandonarnos para gozar de esa danza implica irnos adaptando a lo que la melodía va marcando. ¿Qué ocurriría si nos empeñásemos en adaptar la melodía a nuestro ritmo, en lugar de ser nosotros los que nos adaptamos al ritmo de la vida?. ¿Y si no nos abandonamos a la música por miedo, vergüenza, por el que dirán........?: nos contraemos, dejamos de fluir, de crecer, dejamos de aceptar lo que nos sucede, queremos que las cosas sean diferentes a cómo son, nos sentimos tensos, desgraciados......... Danzar es fluir, aceptar, gozar.................. Trata de escuchar la melodía de la vida, tiene su propio ritmo en cada momento que te toca vivir, y lánzate a bailar, adáptate al ritmo de tu presente, no esperes, el momento es ahora, comprueba cómo la melodía va cambiando, adáptate a ella y serás uno con el todo. No intentes escapar de la música, sea la que sea, y disfruta de la danza. En algunos momentos la música será lenta, incluso triste, baila lentamente, en otros momentos la música es rápida, alegre, bulliciosa, menéate con ella, ríe, grita, diviértete al compás, distingue los cambios de la melodía en los diferentes momentos de tu vida, todo es importante. Si te acostumbras a una melodía y te niegas a experimentar nuevos bailes no tendrás la oportunidad de crecer. Cuando viajes, escucha la música de los nuevos lugares, te sorprenderá. Imita los bailes de los habitantes de los nuevos territorios, fluirás con ellos, descubrirás lo parecido que bailamos todos. Deja que los demás te enseñen sus bailes y aprende con ellos. Y comprueba cómo bailando vives en el aquí/ahora. María Piensos Linares. Psicóloga, Terapeuta Familiar y pintora. pintoracreativa@hotmail.com

Serie peces

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TEXTO - Como cultivar la felicidad.

El título de esta reflexión es como cultivar la felicidad, y no cómo alcanzar la felicidad.
Veremos porqué.
Desde mi punto de vista la felicidad no es algo que deba alcanzarse, alcanzar algo es un movimiento que va de fuera para dentro, y ese es justamente el impulso que solemos emplear cuando nos sentimos desdichados: salir a pasear (afuera), de compras (afuera), a comer (afuera), a charlar (afuera), a bailar (afuera), a viajar (afuera), al cine (afuera), etc, etc, etc.....................
Y con esto no quiero decir que todas esas actividades no nos hagan felices y no nos proporcionen enormes gratificaciones (a mí la primera).
Lo que quiero decir es algo que a todos nos sucede a menudo y es que intentamos crear felicidad en nosotros poniendo el foco fuera de nosotros, haciéndonos dependientes de actividades gratificantes de naturaleza transitoria (la comida satura, el paseo cansa, la peli termina...) que volvemos a iniciar hasta que vuelven a terminar...............en ese juego sin fin que a veces nos hace esclavos de deseos, anhelos y sensaciones.
Es interesante observar cómo lo que un día me hace disfrutar otro día me hace sufrir, pasando del “bien, a trabajar” al “uf, otro día de trabajo”, pensando que es el trabajo el que crea una u otra sensación.
Y es así porque nos hemos creído , hemos aprendido que es lo externo a nosotros lo que nos va a hacer felices (o infelices). Ya desde pequeñitos nos dicen”has aprobado, eres bueno”o “te has portado mal, eres malo”.
Y así vamos creciendo, siempre con la mirada puesta a lo de fuera.
¿Y porqué un día pienso “que bien, a trabajar”, y otro día “horror, al trabajo”? ¿Qué es lo que hace cambiar nuestra percepción de las cosas?¿Qué es lo que hace que oigamos “lo tengo todo y no soy feliz” o “a pesar de todos mis problemas estoy contento”?.
PUES NUESTRO ESTADO INTERIOR.
Voy ahora a poner el foco dentro de nosotros.
El estado interior es el resultado de mi mente, de mis percepciones, pensamientos, sentimientos.
Es nuestra mente, son nuestros pensamientos los que valoran constantemente lo que nos rodea.
Si estoy centrado, sereno, presente en cada instante, si observo lo que me rodea, si incluso observo mis propios pensamientos y no juzgo, y acepto y valoro lo que me está sucediendo, estaré cultivando en mi interior la felicidad.
Así el estar aquí/ahora, presente en cada instante, sin recordar ni anticipar, supone vivir lo que me está sucediendo con mayor intensidad, con mayor presencia, de tal manera que cualquier cosa que haga adquiere una mayor relevancia y pierde esa tediosa sensación de repetición y de rutina que tantas veces nos hacen infelices.
Parece sencillo pero no lo es tanto, pues estamos constantemente con la mirada hacia fuera, o hacia nosotros pero hacia el pasado o el futuro.
Cultivar la felicidad implica una disciplina en el interior mediante la cual procuramos estar en el presente, desechando recuerdos o fantasías que nos alejan del aquí/ahora.
El primer movimiento que hacemos de modo natural para alejarnos de la infelicidad o del sufrimiento es escapar hacia fuera, ya sea hacia actividades gratificantes (que pueden acabar siendo adictivas) o hacia pensamientos gratificantes que nos acaban alejando de nosotros mismos y de ESTE MOMENTO.
Pienso que la felicidad interior está siempre con nosotros pero se va ocultando con el paso del tiempo, a medida que crecemos y aprendemos a gratificarnos con lo externo.
¿Porqué sonríe Buda? ¿Hacia dónde se dirige su mirada?¿Y los ciegos, os habéis fijado que es mas habitual verlos sonreir?.
Quizá también el contexto cultural, influya en nuestra permanente mirada hacia fuera.
HERMOSOS CUERPOS, PERO , ¿QUÉ HAY DENTRO?.
Recientemente, nada más despertar, tuve un pensamiento ¿porqué tanto orden el lo exterior de casa y los cajones tan desordenados?, ¿porqué tanta importancia a lo externo, a lo que se ve?, ¿cuándo vas a empezar a poner orden a tu interior?.
En ello estoy, quizá el porqué de esto que escribo.
El poner el foco en el interior no supone el aislarnos, el encerrarnos en nosotros
mismos, al contrario, la sensación es la de estar más unido a todo y a todos.
En respuesta al ¿Cómo cultivar la felicidad? ,intentaré ofrecer algunas ideas, y espero que tú, que me lees me puedas ofrecer las tuyas.
Cada día, procura estar presente en cada momento. Evita huir, y observa lo que haces, cómo lo haces, que es lo que piensas, cómo te sientes.
Acepta cada una de las cosas que hagas, pienses o sientas, no las juzgues ni las intentes eliminar.
Es posible que la percepción de cada día te parezca más intensa, la percepción del tiempo también puede parecerte algo diferente.
Intenta ver lo que te rodea como si fuese la primera vez. Podrás valorarlo más.
Si tienes un ratillo cada día para estar en silencio, aprovéchalo.
Es gratificante el sentarte cómodo, cerrar los ojos y concentrarte en tu respiración. Descubrirás en tu interior silencio, paz. Otras veces tus pensamientos no te dejarán concentrarte, no pasa nada. Obsérvalos también.
Observa las diferencias entre unos días y otros, entre lo que ves, lo que haces, cómo te sientes, y procura percibir que es lo que es diferente dentro de tí
que te hace percibirlo de un modo o de otro.
Piensa en lo que tienes, no en lo que te falta, apreciarás aquellas cosas a las que
te has acostumbrado y no valoras.
Recuerda que la felicidad que nace dentro de nosotros y nos hace percibirlo todo
más positivamente es como una plantita que ya está dentro de ti.
Riégala un poco cada día, no importa lo de fuera.
María Piensos Linares. Psicóloga, Terapeuta Familiar y pintora. pintoracreativa@hotmail.com

Serie house

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CREATIVIDAD Y PSICOTERAPIA
La idea de este artículo surgió a raíz de mis primeros pasos con lienzos, pinturas, pinceles, hace dos años aproximadamente.
Era una faceta que desde niña estaba dormida dentro de mí, y decidí despertarla.
El comenzar a pintar de modo espontáneo fue todo un descubrimiento acerca de mí misma, y de lo que supone un acto creativo: la sensación de infinitas posibilidades, ninguna otra actividad había generado esas sensaciones en mí.
Decidí entonces sumergirme en el proceso creativo, y eso me llevó a interesarme y a reflexionar sobre la creatividad, y sobre su paralelismo con la psicoterapia.
También me ha llevado a interesarme por las vivencias que algunos pintores han manifestado sobre su trabajo creativo, de ahí que haya elegido algunas citas que me parecen interesantes y muy relacionadas con las ideas que pretendo plasmar.
Ahora la pintura ha empezado a ocupar una parte importante de mi vida, casi una necesidad, me ayuda a tomarme descansos de una profesión tan intensa como es la psicoterapia, creo además que la actividad creativa me ayuda a mantenerme ilusionada en mi vida personal y en mi trabajo.
De ahí la idea de este artículo.
Espero que lo disfrutes!!!!.
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Estoy ante un lienzo en blanco.
Todo está por comenzar.
Mi actitud es curiosa, expectante, sé que algo importante va a ocurrir, no quiero tener expectativas ni pensar en el resultado, eso me bloquearía.
Comienzo lenta y pausadamente a deslizar el pincel, que va creando formas, comienzo a olvidarme de lo exterior, mi concentración es máxima, sólo es importante lo que tengo delante.
Aquí y ahora, el lienzo y yo, la pintura va dando lugar a algo que anteriormente no existía, total concentración.
Sé que cada pincelada, cada color, cada forma, condicionan lo que sucederá después, que a su vez dará lugar a lo siguiente……hasta que el cuadro está terminado.
También sé que lo que sucede en cada momento no podría ocurrir exactamente igual en otro momento diferente: la elección de cada color, de cada figura, de cada forma, cada pincelada………todo ello depende del momento exacto en el que estoy, de la luz que haya, del momento del día, de mi propio estado de ánimo….
Esto es creatividad.
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Estoy ante una familia.
Todo está por comenzar.
Mi actitud es expectante, siento curiosidad por saber cómo son, que me cuentan, que hay de interesante y peculiar en cada uno de ellos, cómo puedo conectarme……sin crearme expectativas.
Comienzo lentamente a interesarme por sus intereses, gustos, aficiones, por lo que les ha hecho venir a vernos, por lo que desean conseguir en nuestra terapia.
Estoy concentrada, ajena a lo que ocurre fuera de la sala, sólo me importan ellos en este momento, y mis preguntas se van encadenando a sus respuestas, que determinan mis preguntas siguientes.
Soy consciente de que está ocurriendo algo importante, cada palabra, cada frase, cada gesto, la atmósfera que se ha creado, la sensación de conexión condicionan lo que va a suceder después, seguramente en otro momento mis preguntas, el tono utilizado, el tipo de enfoque serían diferentes, ello daría lugar a respuestas diferentes…………es importante lo que ocurre aquí y ahora, otro terapeuta crearía un momento diferente, un estilo diferente, una interacción diferente, no me centro en el resultado, me concentro en lo que está sucediendo en este momento con ellos.
Y al terminar la sesión mis sensaciones se han transformado, también a ellos los siento diferentes.
Y no sé que va a suceder hasta la sesión siguiente, en la que ocurrirá el mismo proceso.
Esto es creatividad.
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En todo acto creativo se producen las vivencias de máxima concentración, conexión, atención al proceso en el momento presente y no al resultado, no repetitividad, resultados únicos libres de expectativas fijas…………
Considero la psicoterapia como un proceso de máxima creatividad en el que son interdependientes y únicas las conversaciones generadas que dan lugar a su vez a vivencias, sensaciones, que producen una visión de la realidad distinta al momento en el que se inicia la sesión.
Transformar la realidad es lo que se pretende en un acto creativo.
Lo que podría llegar a ser, no lo que es.
Concebir la realidad moldeable, multicolor, multiforme, infinita en posibilidades, un terapeuta ha de creer en todo esto para ayudar a crear nuevos puntos de vista que generan nuevas realidades.
Un terapeuta creativo se atreve a soñar, a imaginar nuevas posibilidades, a sugerirlas sin temor, creyendo y sabiendo que son posibles.
Sólo así transmite el entusiasmo necesario para ayudar al cambio en las personas.
La gama de colores en una paleta es inmensa, a partir de los colores básicos obtenemos multitud de matices.
En ocasiones, ante un problema, sólo percibimos una gama pequeña de colores, es cómo si el pintor sólo tuviese ciertos colores (tirando a oscuros) en su paleta.
Es necesario añadir nuevos colores para que surjan nuevas posibilidades.
Un nuevo color puede sugerirnos formas hasta ahora no imaginadas, combinado con otros colores puede crear un efecto visual de gran magnitud, lo mismo sucede con los puntos de vista.
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En ocasiones nuestra visión de la realidad está oscurecida, empequeñecida, necesitamos la presencia de alguien que nos ayude a ver las cosas de otra manera, que añada nuevos colores a nuestra paleta……
Un terapeuta creativo estará dispuesto a crear con las personas perspectivas cambiantes, sin atarse a ellas para poder modificarlas o ampliarlas a medida que percibe que es necesario.
No hay dos terapeutas iguales, cada terapeuta es único, al igual que es única la interacción que crea con cada persona, y único el momento en que se crea dicha interacción, es esta sucesión de momentos irrepetibles, únicos, los que confieren a la psicoterapia unas características especiales para la generación de cambios en actitudes, conductas, puntos de vista, tanto en los clientes como en los terapeutas.
Formando terapeutas creativos.
Considero que cada terapeuta en formación tiene un potencial creativo que es necesario fomentar.
Kandinsky decía “Todo artista, como creador, ha de expresar lo que le es propio”.
Por supuesto que la formación debe considerar una serie de elementos comunes a cada modelo de formación y a la psicoterapia en general (qué hacer en las entrevistas, qué objetivos deben considerarse importantes, qué estrategias y técnicas deben tenerse en cuenta , aspectos éticos, etc).
Es en el cómo se llevan a cabo los aspectos anteriormente citados donde la creatividad debe ser potenciada.
No hay una ´”única” forma “correcta”de hacer una “buena” entrevista, ni existe el “mejor”
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terapeuta al que todos deben imitar.
Ni una única manera de terminar una terapia.
Paul Gardner decía ”Un cuadro nunca está acabado, se detiene en sitios interesantes”.
La manera en que una sesión de terapia tiene lugar es quizá la mejor manera en la que el terapeuta en formación está poniendo en marcha sus recursos profesionales y personales, sus cualidades, sus ideas,los colores de su paleta………
El artista Henry Ward Beecher decía que “Cada artista baña su pincel en su propia alma, y pinta su propia naturaleza en sus cuadros”.
El terapeuta supervisor se encargará de añadir algún nuevo color si es necesario para ayudar a variar algún matiz que crea conveniente, y de animar a que el terapeuta siga creando con su cliente una realidad mas ajustada a sus demandas.
Considero que las expectativas de “llegar a ser como………” genera terapeutas frustrados en muchas ocasiones, por considerar que no van alcanzar determinadas metas quizá demasiado elevadas, es precisamente el centrarse en la meta y no en el camino uno de los factores que pueden bloquear el desarrollo de la creatividad.
Henri Matisse decía acerca de un cuadro de sus comienzos “No hay una cualidad mía que no se encuentre ya en este lienzo, al menos de forma embrionaria………”
Lo mismo sucede con cada sesión de cada terapeuta que comienza: todos sus matices, sus peculiaridades aparecen ya desde el primer momento, debemos resaltarlas,destacarlas,fortalecerlas y respetarlas.
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Ellen Langer, psicóloga social y pintora afirma que “Cuando los logros de los demás parecen a nuestro alcance, nos inspiran. Pero cuando parecen imposibles de conseguir, pueden debilitarnos. Comenzar lo que sea es duro. Tener una idea exagerada de la experiencia ajena todavía se vuelve más duro”.
Evitar la monotonía
Un aspecto por el que me parece importante destacar la creatividad es porque está reñida con la repetitividad, recuerdo una conversación de hace años con una psicóloga que me decía que estaba pensando dejar su profesión pues se había cansado de oírse a sí misma diciendo las mismas cosas con cada cliente.
Considero que los psicoterapeutas tenemos un trabajo de gran responsabilidad, en el que es bueno que encontremos la manera de mantenernos “frescos”,ilusionados, para evitar caer en la rutina profesional que conlleva inevitablemente a la desilusión, al agotamiento, a la pérdida de color……
La creación es ilusión, crear es abrir, incorporar, sumar, potenciar.
Nuestros clientes necesitan de nuestra mirada confiada y renovada, pues ella es el espejo que les devuelve su propia imagen de competencia y recursos, necesitan creer que pueden, necesitan CREAR……
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Termino esta reflexión con una cita del pintor Balthus, que me parece que expresa muy bien algunas de las ideas que me han servido para escribir este artículo:
“Un momento de gracia infinita es cuando me reencuentro con el lienzo sin terminar, con el cuadro en marcha.
Nunca he comprendido como funcionaba realmente el misterio, el encantamiento merced al cual el cuadro acogía lo que yo mismo no sabía aún, lo que iba a producirse”.
María Piensos Linares. Psicóloga, Terapeuta Familiar y pintora. pintoracreativa@hotmail.com

Serie pajaros

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Serie fantasia

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