Serie peces




40x30


61x50


TEXTO - Como cultivar la felicidad.

El título de esta reflexión es como cultivar la felicidad, y no cómo alcanzar la felicidad.
Veremos porqué.
Desde mi punto de vista la felicidad no es algo que deba alcanzarse, alcanzar algo es un movimiento que va de fuera para dentro, y ese es justamente el impulso que solemos emplear cuando nos sentimos desdichados: salir a pasear (afuera), de compras (afuera), a comer (afuera), a charlar (afuera), a bailar (afuera), a viajar (afuera), al cine (afuera), etc, etc, etc.....................
Y con esto no quiero decir que todas esas actividades no nos hagan felices y no nos proporcionen enormes gratificaciones (a mí la primera).
Lo que quiero decir es algo que a todos nos sucede a menudo y es que intentamos crear felicidad en nosotros poniendo el foco fuera de nosotros, haciéndonos dependientes de actividades gratificantes de naturaleza transitoria (la comida satura, el paseo cansa, la peli termina...) que volvemos a iniciar hasta que vuelven a terminar...............en ese juego sin fin que a veces nos hace esclavos de deseos, anhelos y sensaciones.
Es interesante observar cómo lo que un día me hace disfrutar otro día me hace sufrir, pasando del “bien, a trabajar” al “uf, otro día de trabajo”, pensando que es el trabajo el que crea una u otra sensación.
Y es así porque nos hemos creído , hemos aprendido que es lo externo a nosotros lo que nos va a hacer felices (o infelices). Ya desde pequeñitos nos dicen”has aprobado, eres bueno”o “te has portado mal, eres malo”.
Y así vamos creciendo, siempre con la mirada puesta a lo de fuera.
¿Y porqué un día pienso “que bien, a trabajar”, y otro día “horror, al trabajo”? ¿Qué es lo que hace cambiar nuestra percepción de las cosas?¿Qué es lo que hace que oigamos “lo tengo todo y no soy feliz” o “a pesar de todos mis problemas estoy contento”?.
PUES NUESTRO ESTADO INTERIOR.
Voy ahora a poner el foco dentro de nosotros.
El estado interior es el resultado de mi mente, de mis percepciones, pensamientos, sentimientos.
Es nuestra mente, son nuestros pensamientos los que valoran constantemente lo que nos rodea.
Si estoy centrado, sereno, presente en cada instante, si observo lo que me rodea, si incluso observo mis propios pensamientos y no juzgo, y acepto y valoro lo que me está sucediendo, estaré cultivando en mi interior la felicidad.
Así el estar aquí/ahora, presente en cada instante, sin recordar ni anticipar, supone vivir lo que me está sucediendo con mayor intensidad, con mayor presencia, de tal manera que cualquier cosa que haga adquiere una mayor relevancia y pierde esa tediosa sensación de repetición y de rutina que tantas veces nos hacen infelices.
Parece sencillo pero no lo es tanto, pues estamos constantemente con la mirada hacia fuera, o hacia nosotros pero hacia el pasado o el futuro.
Cultivar la felicidad implica una disciplina en el interior mediante la cual procuramos estar en el presente, desechando recuerdos o fantasías que nos alejan del aquí/ahora.
El primer movimiento que hacemos de modo natural para alejarnos de la infelicidad o del sufrimiento es escapar hacia fuera, ya sea hacia actividades gratificantes (que pueden acabar siendo adictivas) o hacia pensamientos gratificantes que nos acaban alejando de nosotros mismos y de ESTE MOMENTO.
Pienso que la felicidad interior está siempre con nosotros pero se va ocultando con el paso del tiempo, a medida que crecemos y aprendemos a gratificarnos con lo externo.
¿Porqué sonríe Buda? ¿Hacia dónde se dirige su mirada?¿Y los ciegos, os habéis fijado que es mas habitual verlos sonreir?.
Quizá también el contexto cultural, influya en nuestra permanente mirada hacia fuera.
HERMOSOS CUERPOS, PERO , ¿QUÉ HAY DENTRO?.
Recientemente, nada más despertar, tuve un pensamiento ¿porqué tanto orden el lo exterior de casa y los cajones tan desordenados?, ¿porqué tanta importancia a lo externo, a lo que se ve?, ¿cuándo vas a empezar a poner orden a tu interior?.
En ello estoy, quizá el porqué de esto que escribo.
El poner el foco en el interior no supone el aislarnos, el encerrarnos en nosotros
mismos, al contrario, la sensación es la de estar más unido a todo y a todos.
En respuesta al ¿Cómo cultivar la felicidad? ,intentaré ofrecer algunas ideas, y espero que tú, que me lees me puedas ofrecer las tuyas.
Cada día, procura estar presente en cada momento. Evita huir, y observa lo que haces, cómo lo haces, que es lo que piensas, cómo te sientes.
Acepta cada una de las cosas que hagas, pienses o sientas, no las juzgues ni las intentes eliminar.
Es posible que la percepción de cada día te parezca más intensa, la percepción del tiempo también puede parecerte algo diferente.
Intenta ver lo que te rodea como si fuese la primera vez. Podrás valorarlo más.
Si tienes un ratillo cada día para estar en silencio, aprovéchalo.
Es gratificante el sentarte cómodo, cerrar los ojos y concentrarte en tu respiración. Descubrirás en tu interior silencio, paz. Otras veces tus pensamientos no te dejarán concentrarte, no pasa nada. Obsérvalos también.
Observa las diferencias entre unos días y otros, entre lo que ves, lo que haces, cómo te sientes, y procura percibir que es lo que es diferente dentro de tí
que te hace percibirlo de un modo o de otro.
Piensa en lo que tienes, no en lo que te falta, apreciarás aquellas cosas a las que
te has acostumbrado y no valoras.
Recuerda que la felicidad que nace dentro de nosotros y nos hace percibirlo todo
más positivamente es como una plantita que ya está dentro de ti.
Riégala un poco cada día, no importa lo de fuera.
María Piensos Linares. Psicóloga, Terapeuta Familiar y pintora. pintoracreativa@hotmail.com

3 comentarios:

mariel dijo...

muchas gracias, María, con esta reflexión acabas de plasmar todo lo que intento hacer en mi vida :)

he encontrado tu blog por casualidad y me está gustando mucho!
un saludo y sigue cultivando tu felicidad interior,
Mariel

Anónimo dijo...

Felicidades por el artículo. Por supuesto, la felicidad depende de nuestro interior en un 70% según algunos expertos. La felicidad no se logra yendo a un supermercado comprando un kilo de ella. Es algo más sutil. Cultivarla más que alcanzarla, me recuerda a la suerte. La suerte no se compra o no está afuera, también hay que cultivarla como la felicidad. Con cariño Tito

Anónimo dijo...

Hola María!He llegado a tu blog de casualidad y la verdad es que tanto tus pinturas como tu escrito sobre la felicidad(otro día leo los otros)me han gustado mucho y alegrado también. así que gracias!un abrazo y a seguir pintando, bailando, pensando, creando...